domingo, 20 de abril de 2014

se van y se quedan

Hoy, después de unos días de respirar
( mejor si lo escribo con mayúsculas: RESPIRAR)























...pongo al día "mi palomar" cerca del cielo.

 Quito la arena que viene en los bolsillos de los pantalones y las zapatillas (qué pena),
organizo un poco el frigo
(aunque yo sigo diciendo "la nevera",como decíamos de pequeños en casa)
y disfruto del sol plantando vida en la terraza


                              ( planto perejil, menta, sueños, albahaca, fresas, amores )




E,irremediablemente apenada x la despedida de Gabriel G.Márquez,
rescato uno de los libros que más me ha gustado siempre.



 Tranquila lo ojeo, lo abro, huelo sus páginas ya viejitas, vuelvo a mirar su portada,
 la fecha antigua de su edición.



Hoy sería el cumple de mi padre.
casi siempre le comprábamos libros.
Bueno, en su cumpleaños y con cualquier excusa porque le encantaban.

 Heredamos su gusto por la lectura. su biblioteca. su piano. el arte.
 Sus maquetas de barcos.


Heredamos su pasión por el mar.
Por el Norte ( donde tan feliz fue), por el Sur ( donde decidió quedarse).



Releo algún capítulo del libro "Cien años de soledad"
y repaso en mi memoria cómo sonaba el piano,
cuánto me gustaba el sonido del "cu-cú" de Lekeitio en verano
y la luz del farol un poco azul que se veía desde el "muelle de los curas"
cuando había que darse prisa por volver a la hora.









Y me doy cuenta de que, felizmente, me rodean "mariposas amarillas"













Cuántas personas se van
y cuáles realmente importantes ...
con su estela se quedan.



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